domingo, 4 de agosto de 2013

la primera de las incertidumbres

Después de haber realizado la inscripción al posgrado, ahora se rompe la primera de muchas incertidumbres que me tienen el hígado hecho foie gras, el resultado del primer examen. Por suerte es un resultado de puntaje suficiente para continuar con esto, si no hubiera sido un fin muy abrupto para mis publicaciones en este espacio. Es una felicidad parcial de lo que espero será el inicio de mi sentencia junto a mis desventurados doctorantes.

sábado, 3 de agosto de 2013

Negación de las últimas.

Después de 4 años ocho meses me llegó la primera revisión del proyecto. Es en serio la primera, ¡la primerita! No he querido ni abrirla. Será como si todo el tiempo hubiese sido de broma, así nomás para ver si sobrevivía un doctorado o algo.

Me prometí no salir de mi estado zen. Así que... No lo espero en contra pero si creo que todo es cíclico. Un boomerang quizás. Y la integridad mental que he venido preservando con muchísima dificultad, sigue conmigo. No perdí la compostura. Cualquier cosa que acontezca, será nimia. Hasta qué me vaya.


miércoles, 17 de julio de 2013

Hipótesis alterna

Me doy cuenta que cada que me piden un arreglo, corrección o lo-que-sea de mi tesis. Lo hago, pero luego ideo que vendrá otra cascada de "descomposturas y peticiones más" muchas veces volviendo al punto de partida; así, he logrado concluir varias veces en lo siguiente: Si tengo la noción de que es algo no trascendental, lo omito. Patrón de respuesta: la petición fue olvidada y ni siquiera vuelta a nombrar. Por ende, no trascendental. Luego las interpretaciones son erróneas, pero para todo hay un método. O un tutor que todo lo quiere complicar, cuando la vida es simple, la ciencia no... pero para hacer buena ciencia se necesita estar en equilibrio Zen. Bon nuit

lunes, 15 de julio de 2013

Al final de una recta que no ha sido lineal, remembranzas de mis inicios.

Desde que recuerdo quise ser científica. Y de cierto órgano que no puede tener más mi atención. Para cumplir con mis metas snob, claro. Luego entré a un posgrado. Parecía tener todo lo que deseaba, el área, los profesores. Había caído ahí por un milagro, pregunté un día antes del ingreso y entré al día siguiente. Quedé... como suceden los "milagros" por casualidad. Sin estudiar, sin temario, sin saber siquiera que iba a recibir una beca. Quedé con mi idea altruista de hacer ciencia, que en realidad no existe porque en mi mente sigue siendo un ideal.


Elegí la línea, por ende al profesor... cinco meses después, parecía de ensueño: la que llegó casual, tenía el privilegio que nunca antes del primer semestre tuvo: ir a presentar un trabajo que todavía no hacía, pero en el que ya estaba involucrada. Me pareció raro, un poquito deshonesto ¿cómo iba yo a presentar algo que no había hecho? cuyos fundamentos teóricos apenas sabía y que para colmo soy de esas tercas que odia memorizar y recitar borucas que sus profes le indicaban. Obedecí y me fui a Alemania. Pero no obedecí al qué decir; total, ya estaba lejos de los directores de mi posgrado y mi jefe era tan diplomático que una irreverencia disfrazada de ingenuidad, me la iba a pasar por alto. Recuerdo que cada que tuve oportunidad de platicar con algún científico que preguntaba por mi proyecto: confesaba que era una estudiante suertuda que por casualidad había caído ahí, que no estaba familiarizada en práctica, pero que si estaba entusiasmada y había leido mucho al respecto, además de manifestarme muy emocionada por estar viendo a los "gigantes" de la ciencia. Parecía un gesto tolerable por los otros.

Platiqué con Kempermann (sabrán ya el órgano de mis complacencias), el grande de su área, mientras mi entonces director de tesis... que no entendía una pizca de alemán me sonreía, le sonreía al tiempo que escuchaba a Kempermann y me esforzaba por no hacerle gestos al intentar comprender las partes donde se le olvidaba que no era yo oriunda, así, evité pronunciar la oligofrénica frase: "Sprechen Sie bitte langsam" y pues nada. Ahí estaba... platicando con el Señor Herr Doktor und Prof. Kemperman y contándole las ideas que mi tutor tenía, para que mientras seguíamos haciendo gestos amables hacia este último y que Gerd (después de 10 minutos de charla ya éramos compísimas) tanto para que me dijera (después de enterarse que mi director, nada entendía): "la cosa no va por ahí, cambia de proyecto, de posgrado. Ven aquí: entiendes y hablas alemán, eres joven y te apasiona lo que comentas..." Hice todo, menos regresar a Alemania. No aún. Y sigo siendo joven, aunque 4 años más vieja que entonces.

Antes del precipicio

Les escribe aquí la candidata, aquella que mira como todos los demás van cayendo e insiste en acercarse al borde... Nada menos que quien después de haber pasado dos años con estudiantes de posgrados, y haber sido rechazada en uno, se atreve a aplicar de nueva cuenta. Conociendo horror, desvelo, malnutrición y desventuras de estos mártires de la educación superior. Horror que, si aun no han experimentado, podrán vivir a través de las publicaciones de esta pagina... Bienvenidos sean